El AVE del desastre y la muerte

La esperpéntica llegada a Barcelona del TGV (Tren de Gran Velocidad) o AVE (Alta Velocidad Española), que ha puesto de manifiesto la total incompetencia, desidia, y hasta posibles intereses inconfesables de nuestros "electos gobernantes" del Estado Español, añadida a la sumisión, dejadez y estulticie de los que, gobernando en Catalunya deberían defender los intereses de nuestro país, cosa que está viéndose claramente que no hacen.

Años de retrasos, chapuzas, trazados incomprensibles y mantenidos tozudamente, realización de obras sin control y graves deficiencias en todo lo que se hace, llevan acumulados 13 muertos en sus obras, grietas en las viviendas y grandes posibilidades de acabar con algunas de las construcciones emblemáticas de Barcelona, como la Pedrera y la Sagrada Familia.

La última serie de despropósitos es la suspensión por peligro de hundimiento de los trenes de cercanías de Renfe y los de los ferrocarrils de la Generalitat. Para "arreglarlo" y con su estilo decisorio de gran nivel y profesionalidad, no se les ha ocurrido otra cosa que dejar las entradas Sur de Barcelona con un sólo carril para circulación de vehículos, ocupando los otros con carriles especiales para los autobuses que suplen a los trenes, y que circulan cada 10 minutos.

Mientras tanto, por si algún ciudadano se pone nervioso, hay contingentes de policía anti disturbios estratégicamente colocados en los puntos más conflictivos.
Por supuesto, todo consensuado en la sombra entre los unos y los otros.

Hala, sigamos votando, nos necesitan para seguir su "Pan y circo para el pueblo"

Y recordemos que en 1848, el recorrido Barcelona Mataró se hizo en 36 minutos; ahora se consigue hacerlo en 40 minutos, si no hay ningún problema. 160 años y aún se tardan cuatro minutos más en ese trayecto. Éxito total.